Después de conformar la figura humana en arcilla, llegó el momento de otorgarle el aliento de vida… Así, Olodumare ordenó a todas las Divinidades que se encontraban presentes que cerraran los ojos… Todas ellas cerraron los ojos excepto Orunmila, quien solamente se cubrió su cara con los dedos sin cerrar los ojos… Según Olodumare se encontraba aspirando el aliento de la vida dentro de la cabeza del humano recién creado en arcilla, depositando allí su propia esencia divina ORÌ, su partícula de sí mismo, su propia presencia animadora de vida dentro de cada criatura, él descubrió que Orunmila se encontraba observándolo… Al ser sorprendido espiando, Orunmila trató de cerrar sus ojos, pero Olodumare le ordenó entonces mantener sus ojos abiertos, ya que nunca podría hacerse algo tan espectacular sin un testigo viviente… Es por esta razón que desde entonces a Orunmila el propio Olodumare le llamó Eleri Ukpin o Eleri Ipin (testigo del Padre de La Creación)… Desde entonces Olodumare forma parte intrínseca de la naturaleza humana, porque una partícula de Él mismo reside dentro de la cabeza de cada criatura por Él creada, animándola y dándole la vida en los mundos de Su creación… Por ello dispuso que todas esas criaturas le adorarían rindiendo moforibale a sus respectivos ORI’s… Desde entonces ORI se convirtió en Él mismo habitando en el templo de la cabeza de cada criatura… Desde entonces ordenó que los humanos le fundamentaran en un lugar fuera de sus cabezas, en el cual pudiera recibir todas sus ofrendas y sacrificios… Odaro.